Hace mucho empezó la guerra, pero hasta hoy toco mi puerta, con un sonido que te estremece e inyecta pánico a tu alrededor no sabes que es hasta que su brutal espÃritu derrumba el tuyo, hasta que sientes el escalofriante soplo de la muerte y te vez empapado del dolor y la sangre de la gente que amas, sus cuerpos sin vida me dan calor pues la brisa congelante de la muerte me ha dejado inmóvil.
Todo estaba tranquilo, pero en un momento escuche algo que jamás habÃa oÃdo aquel ruido turbador anunciaba que aquella conflagración de la que habÃa estado a salvo llegaba, se escuchaban gritos espantos, gemidos y llantos que te erizaban la piel, los cuáles te bloquean tus sentidos y no