Nosotros demostramos al mundo que hemos sido transformados, no primariamente porque memorizamos vers鱈culos b鱈blicos, o porque oramos antes de cada comida, o porque ofrendamos una porci坦n de nuestros ingresos y escuchamos emisoras cristianas, sino porque mostramos una disposici坦n creciente a entregarnos, perdonar y a炭n amar a pecadores como nosotros... Ni tu ni yo podemos mostrar amor o gozo o paz o paciencia o bondad viviendo solos en una isla. No; nosotros mostramos todo eso cuando las personas a las que nos hemos comprometido a amar nos dan buenas razones para no amarlas, pero lo hacemos a pesar de todo (Mark Dever).