Ninguna actividad humana guarda una relación más universal y constante con el
azar como la guerra. El azar, juntamente con lo accidental y la buena suerte, desempeña un gran papel en la guerra.
De los suspiros algo nace
que no es la pena, porque la he abatido
antes de la agonÃa; el espÃritu crece
olvida y llora:
algo nace, se prueba y sabe bueno,
todo no podÃa ser desilusión:
tiene que haber, Dios sea lovado, una certeza,
si no de bien amar, al menos de no amar,
y esto es verdadero luego de la derrota permanente.
Dylan Thomas.