Mirando sobre la ventana, como las gruesas gotas del llanto del cielo caen muertas sobre el vidrio que se encuentra anieblado por mi aliento que cada vez se apaga. El viento en el exterior hace azotar en contra de aquella ventana los arboles muertos, mientras yo solo miro la lluvia, el llanto de un simple cielo que ha entristecido por la partida de la vida, abandonando la habitaciòn.