"Debemos cultivar la filosofÃa no por las respuestas definitivas que demos a sus preguntas, pues por regla general es imposible corroborar su verdad; la filosofÃa debe cultivarse por las preguntas en sà mismas, porque éstas amplÃan nuestra concepción de lo posible, enriquecen nuestra imaginación intelectual y minan la seguridad dogmática que impide a nuestra mente abrirse a la especulación" [Russel]