Alguna vez alguien me pidió escribir algunas palabras en nombre de un amigo fallecido, mi voluntad desvarió un momento, pero después de meditarlo unos segundos accedÃ, y asà algunas seleccionadas palabras pudieron brotar de mi pluma y terminar plasmadas en la hoja de papel algo manoseada que habÃa frente a mi; palabra tras palabra, surgÃan de mi pluma, palabra tras palabra venia, y con ellas mi fallecido amigo me acompañaba, acompañó cada uno de mis trazos sobre la hoja de papel, acompaño las lagrimas que resbalaron por mis mejillas y asà después de algunos minutos por fin tenia entre mis manos un par de hojas que logre llenar de letras, letras que alguna vez fueron la alegre vo