El guerrero de la rima nunca se desanima,
se apoya en fuerzas divinas pero no la subestima,
su alma es como un ave y el vuela,
desde la clave si sabe que ahà fuera,
quienes espera que mueran.
Aunque duelan los motivos,
su objetivo cumple,
sin incertidumbre,
no sucumbe hasta que dislumbre la cumbre.
Y tuve al mal brutal en un ritual combativo,
permaneciendo en guardia aunque parezca dormido,
se siente vivo y da gracias,
y no hay lugar que le pueda intimidar bajo
ninguna circunstancia.
Entrena y la cena no frena su emblema, paciencia,
para el todo es posible con practica y experiencia,
perseverancia, confianza, poder preciado,
armado con dictados, alados aliados al lado.