Yo no estimo tesoros ni riquezas,
y asÃ, siempre me causa más contento
poner riquezas en mi entendimiento
que no mi entendimiento en las riquezas.
Y no estimo hermosura que vencida
es despojo civil de las edades
ni riqueza me agrada fementida,
teniendo por mejor en mis verdades
consumir vanidades de la vida
que consumir la vida en vanidades.
Yo en fin soy ese espÃritu,
desconocida esencia,
perfume misterioso
de que es vaso el poeta