Es mucho mejor atreverse a grandes cosas, para lograr triunfos y glorias, aun exponiéndose a la derrota, que a alinearse con aquellos espÃritus pobres que ni disfrutan mucho ni sufren mucho porque viven en ese crepúsculo gris que no conoce la victoria ni la derrota. Se contentan con pequeñas victorias y vivir en esta mediocridad.