Yo creo que desde muy pequeño mi desdicha y mi dicha al mismo tiempo fue el no aceptar las cosas como son dadas. A mà no me bastaba con que me dijeran que eso era una mesa, o que la palabra "madre" era la palabra "madre" y ahà se acaba todo. Al contrario, en el objeto mesa y en la palabra madre empezaba para mi un itinerario misterioso que a veces llegaba a franquear y en el que a veces me estrellaba... cortazar