Si alguna vez no te dan la sonrisa esperada, s辿 generoso y da la tuya. Porque nadie tiene tanta necesidad de una sonrisa, como aquel que no sabe sonre鱈r a los dem叩s
El Mundo est叩 en manos de aquellos que tienen el coraje de so単ar y de correr el riesgo de vivir sus sue単os.