Estuve enferma, sin lugar a dudas y no sólo de insomnio, también de ideas fijas que me hicieron leer con obscena atención... Pero escribÃ... Y el crimen fue menor.
Asà que lo hice como remedio a mi locura… Y escribà con la esperanza de que un dÃa mis palabras te tocaran el alma y llegaran allá, donde jamás llegué yo.