Para mejorar tu calidad de vida es fundamental aprender a perdonar, y para aprender a perdonar primero debes perdonarte a ti mismo. No, no te has equivocado tanto como tú crees; no, no has cometido tantos errores como te recriminas sólo has estado aprendiendo, has estado experimentando. Se aprende más de los errores, entonces alégrate, agradece y perdónate ya. Levanta la frente con fe y optimismo y sigue adelante.