Y ahora, por fin,
poderoso como soy
y por el simple hecho
de ser mujer,
de ser negro,
de ser judÃo,
de ser homosexual,
de ser oriental,
de ser discapacitado,
de ser alto, pequeño, o gordo...
puedo transformarte...
en un montón de basura,
en escoria,
en un chivo expiatorio,
en el responsable universal,
en un maldito
bastardo
desechable.