A consecuencia de una crisis existencial con respecto a mi relación con Dios, empecé a estudiar precisamente QUE HAY CON DIOS Y EL HOMBRE; en esta tarea he ocupado al rededor de 50 años de mi vida y he llegado a mis propias conclusiones respecto al tema. Después de estos estudios y conclusiones, dejé de ser creyente primero de mi propia religión que era la Católica, pero también dejé de creer en todas las religiones en cuanto a que todas responden a un interés determinado, principalmente en el orden del poder económico o de influencia y casi todas ellas viven para eso con el pretexto de ser el camino a Dios, cosa que no es verdad.