¡Mexicanos al grito de guerra!
El acero aprestad y el bridón
y retiemble en sus centros la tierra
al sonoro rugir del cañón.
Ciña, oh patria, tus sienes de oliva
de la paz, el arcángel divino
que en el cielo, tu eterno destino,
por el dedo de Dios escribió.
Más si osare un extraño enemigo
profanar con su planta tu suelo
pienso, oh patria querida, que el cielo
un soldado en cada hijo te dio.
¡Mexicanos al grito de guerra!
El acero aprestad y el bridón
y retiemble en sus centros la tierra
al sonoro rugir del cañón.
Guerra, guerra sin tregua al que intente
de la patria manchar los blasones
¡Guerra, guerra! Los patrios pendones
en las olas de sangre empapad
¡gu