Los hombres que son buena gente, son feos.
Los hombres guapos, no son buena gente.
Los hombres guapos y buena gente, son gays.
Los hombres guapos, buena gente y heterosexuales, están casados.
Los hombres no tan guapos pero buena gente, no tienen dinero.
Los hombres no tan guapos pero buena gente y con dinero, creen que solo estamos tras su dinero.
Los hombres guapos y sin dinero, están tras nuestro dinero.
Los hombres guapos, no tan buena gente y razonablemente heterosexuales, no creen que somos lo suficientemente guapas.
Los hombres que creen que somos guapas, que son razonablemente buena gente y tienen dinero, son unos cobardes.
Los hombres que son razonablemen