Todo comienza en 1989, en Santiago. Siete años en la ciudad me dejaron cagado. Pero cuatro más en Isla de Pascua me devolvieron el alma al cuerpo.
Ahora, diez años de nuevo en la ciudad me tienen cagado de nuevo.
Quise encontrar la felicidad pero me di cuenta de que se escondió demasiado bien y en muchas partes. Asà que ahora la busco de a poco, con tiempo y perseverancia.
Lo demás, es paja molida...