Hay algunas cosas que a pesar de hacernos daño, o de doler no queremos olvidar. Otras querrÃamos olvidarlas y están grabadas a fuego en la memoria, tatuadas con lágrimas en las mejillas, esculpidas en las arrugas de la frente.
Yo no quiero olvidar que hay mañanas que amanecen mejor, ni quiero olvidar que hay ojos que no necesitan mirar para contar porque se adivinan en la distancia, No quiero olvidar que hay amores que matan y puños que atan. No quiero olvidar que el mundo lo construyo YO cada minuto, y si pierdo un minuto pierdo MI mundo. No quiero olvidar que la risa no siempre es más fácil que el llanto, pero tampoco SIEMPRE es más divertida. No quiero olvidar que estoy viva, ni