Lo que ves es lo que hay, no hay nada más, ni soy rubia, ni mido 1'80. No tengo a penas idea de bailar, y soy realmente insoportable los lunes por la mañana. No soy para nada normal, de hecho soy todo lo contrario. Voy a cambiarte la vida, te lo aseguro, soy de esas. Tengo siete millones novecientos treinta y tres mil doscientos veintidós defectos, ocho caras diferentes, mil cambios de humor diarios, ciento sesenta y cinco centÃmetros de altura, un millón de cicatrices, bipolaridad afondo, una mala ostia que lo flipas, cuatro amigos de verdad y una sonrisa de oreja a oreja provocada por él. Soy preciosa, un desastre. Hace tiempo que dejé de intentar ser normal, nunca me ha funcionado.