El tiempo pasa, el ascensor sube y la escalera no acaba, y yo pierdo el tren. ¡Pero nooooooo! El avión me espera, siempre me espera. Busco mi asiento y pienso; doy vueltas y vueltas alrededor de nubes, nubes negras, nubarrones. Y aterrizo; siempre aterrizo. Me gustarÃa que el mundo fuera verde, y no marrón; vivirÃa en el aire e irÃa de vacaciones al mar, pero volviendo a la realidad, no soy una superhéroe, solamente mido 1,62 y no tengo grandes peculiaridades fÃsicas; pero me considero una buena persona y eso es lo que reálmente importa.