Disfruto de aquellas cosas pequeñitas, que hacen que la vida sea realmente grande.
La mejor herencia que me han dejado mis padres es ser integro, sincero, responsable, puntual, respetar al projimo y dar a Dios el lugar que se merece como Rey del Universo.
Me gusta contactar amigos y hermanos en la fe, sean conocidos o no. Hacer nuevos contactos siempre es agradable. Que mi Señor Jesucristo les bendiga; un abrazo a todos.