Ya me reproché muchas cosas sin hacer por eso aprendà a vivir cada dÃa como si fuese el último, a no dejar nada para después, porque en verdad nadie te puede garantizar que hay mañana. No las vivà todas, pero si lo suficiente como para reconocer que mas allá de que lo que la gente pueda decir todo quedará en el olvido, en cambio todo aquello que hayamos hecho, en nuestra memoria. No se trata de una libertad a "hacer lo que quiero", me lastimaron y me defraudaron, asà como yo quizá lo hice. Pero también me hicieron reÃr, y muchas personas lograron hacerme feliz. Ya pensé en los demás y en mi. Me arrepentà y nunca volvÃ. Reconocà todos y cada unos de mis errores, y deje que r