Una fosca media noche, cuando en tristes reflexiones,
Sobre más de un raro infolio de olvidados cronicones
Inclinaba somnoliento la cabeza, de repente
A mi puerta oà llamar;
Como si alguien, suavemente, se pusiese con incierta
Mano tÃmida a tocar:
"¡Es - me dije - una visita que llamando está a mi puerta:
eso es todo y nada más!". Edgar Allan Poe