La vida me ha enseñado que siempre hay que buscarle el lado bueno a las cosas y recordar que todo pasa por algo, que las mejores sensaciones son las que no me dejan palabras para describirlas, que si no me gusta, debo respetar, si no conozco, no debo juzgar, que si no quiero, no debo ilusionar, que la madurez consiste en cuidar lo que digo, respetar lo que escucho y meditar lo que callo, que la puntualidad y la sinceridad son importantes, que no me debe interesar ser mejor que alguien, que lo importante es ser lo mejor de mà misma, que no importa que tan lejos llegue, lo importante es que nunca olvide de donde salÃ, quien me ayudo, y sobre todo debo ser agradecida con Dios, que para ser g