El talento no es suficiente. El deseo de conseguir algo, esa iniciativa, ese ánimo, esa decisión, es normalmente el factor que marca la diferencia entre la mediocridad y el éxito. Cuando esa ambición viene además acuciada por la necesidad, sólo hay dos salidas. La destrucción o un éxito incuestionable
Todo lo que nos sucede ocurre por una razón. Y a veces una cosa conlleva a la otra. En lugar de encerrarte en tu jaula de miedos y llorar por las tristezas pasadas, la vergüenza y los fracasos, trátalos como a tus maestros y se convertirán en tus herramientas tanto para la superación personal como para el éxito.
Recuerdo haber visto Patch Adams – en realidad es mi pelÃcula