Hombre,solo y perdido, se descubre en lo absurdo de no estar ni solo ni perdido y sin embargo, sin embargo.
No sé hablar de felicidad pero eso no quiere decir que no la haya tenido.
Soy: alguien que tiene miedo y que no lo dirá jamás, alguien que hace de su miedo la fuerza que la lleva a vivir como vive.
No quiero escribir, no quiero estudiar (aunque lo siga haciendo); quiero, simplemente, ser de verdad; aunque ello me lleve a descubrir que no soy nada.