Iván es la adaptación latina del nombre hebreo Juan, en latÃn se escribe Ivan y se lee iuan; cuando el emperador romano Constantino introdujo y legalizó el cristianismo, la forma latina sólo se conservó en las regiones fronterizas del nordeste del imperio, mientras que en el resto se pasó a utilizar la forma hebrea (Juan), que ha llegado hasta estos dÃas sin derivaciones. Después de la revolución rusa, el nombre adquirió cierta popularidad. En España y otros paÃses hispanohablantes, el nombre adquirió fama por la asociación con el personaje ruso Iván el terrible.