No te preocupes por sentir miedo en acciones que impliquen riesgo o grave responsabilidad. Todos lo hemos sentido.
De lo que se trata, no es de sentirlo o no sentirlo, sino de aguantárselo.
Si estás seguro de que estás luchando por una causa justa, no retrocedas. Piénsatelo bien, encomiéndate, y adelante...