Antes de darte vida,
ya te habÃa apartado,
ya te habÃa escogido,
desde antes de nacer,
para ser profeta de las naciones.
Ay Señor, sabes que muy joven soy.
Ay Señor, y no se domar mi voz...
y él contestó:
No, no digas 'soy muy joven'
tu irás a donde te mande
y ejecutarás mi orden.
No, no le temerás a nadie, protegiendote estaré
la palabra que hoy te doy,
está en pie.
Entonces el Señor, su mano extendÃa
y con ella mis labios tocó,
y al mismo tiempo decÃa:
Mira que he puesto mi palabra,
en tu palabra...
Y desde hoy tienes autoridad
sobre reinos y naciones.