Si estoy solo tu me acojes eres mi fiel compañÃa,
me hablas sincera y me esperas cuando empieza el dÃa.
Mi guÃa, mi faro de AlejandrÃa, si me ves perdido
te miro y elimino la tristeza en un suspiro.
Das sentido a mi existencia, tú desobediencia,
tú, sola presencia merece mi reverencia,
tú me diste un don, fuiste mi espada,
siempre encerrada en tu prisión si la inspiración faltaba.
Desde la nada me abrazas, no prohibes ni amenazas
tan romántica y auténtica, tú nunca te disfrazas
como un hada y un verdugo firme escudo en la batalla,
tú, a quién acudo si otros fallan.
Me das retos, aventuras y responsabilidad,
me das éxito y dinero me quitas la intimidad,
me