Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la Tierra todos los sentimientos y cualidades de los humanos.
Cuando el aburrimiento ya habÃa bostezado por tercera vez, la locura, como siempre tan loca, les propuso: ¿Vamos a jugar a las escondidas?. La intriga levantó la ceja intrigada y la curiosidad, sin poder contenerse preguntó: ¿A las escondidas? ¿Y eso cómo es?
Es un juego —Explicó la locura—, en que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón mientras ustedes se esconden; y cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes que yo encuentre ocupará mi lugar para continuar con el juego.
El entusiasmo bailó secundado por la euforia,