"Dame Señor un corazón sano, que resista:
* la ingratitud sin recelos; el desprecio sin despecho,
* el olvido sin resquemor; la ofensa sin resentimiento,
* la injusticia, sin amargura; el odio sin venganza.
Un corazón grande y noble para: comprender a las almas,
estimular al bien, soportar las rarezas, aguantar a los pelmas,
disimular los desplantes, amar a todos.
Porque "es más perfecto sufrir que irritarse". San Francisco de AsÃs.
Porque "en eso conocerán que soy tu discÃpulo".
Francisco GarcÃa Salve Sj.