Eres el hastÃo de un Lunes, la promesa de un Viernes; la algarabÃa de un fin de semana y en veces, lo sublime de unas vacaciones. Eres la inestabilidad de las olas en luna llena y la bonanza de una puesta de sol.
CUANDO ME AMÉ DE VERDAD
Cuando me amé de verdad, comprendà que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto, en la hora correcta, y en el momento exacto. Y, entonces, pude relajarme. Hoy sé que eso tiene nombre... Autoestima. Cuando me amé de verdad, pude percibi ...r que mi angústia y mi sufrimiento emocional, no es sino una señal de que voy contra mis propias verdades. Hoy sé que eso es... Autenticidad. Cuando me amé de verdad, dejé de desear