Como todos, un caleidoscopio eucariótico; como pocos, un consciente de su esencia transhumana.
En oficio de mi entelequia, soy parte de los que se lanzan a rescatar sonrisas, a poner vida donde hay muerte, a dar fuerzas al débil y sin arrebatárselas al fuerte, a dar riquezas al pobre de espÃritu.
Soy un ser que se quiere llamar humano y no contradecirse en el intento.