"Me siento a contemplar todo lo que he hecho con una esperanza ilusa e inocente que añora el pasado, ese que nunca fue. En la noche, el momento más nostálgico de la jornada, ese en el que todo acaba sin remedio, miro la ventana, la que me muestra la Luna, la misma que ve él a través de la suya. Ese siempre fue el problema, mirábamos la Luna de diferentes lugares, nunca fue nuestra Luna, sino la suya y la mÃa. Tranquilidad. Todo parece tan igual a como era antes, un poco de cariño por mi parte, mucha indiferencia de parte de él, con la medida exacta de fantasÃa que hacÃa que yo sintiera como si fuese posible que todo funcionara, como ahora, pensando que todo cambiará y volverá a