Aprender a escuchar la voz del EspÃritu Santo y ser guiados bajo su voluntad es lo mejor que nos puede suceder, pues Él nos creó, Él es Dios, y nos conoce mejor que nosotros mismos...
Soy una Hija de Dios, creada para alabarle y adorar su nombre y cumplir su propósito para mà aquà en la tierra, una Princesa de Él, embajadora de su reino, su sierva...