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Santiago, Chile

"This too shall pass" Cuentan que el rey Salomón tuvo cierto día la tentación de humillar un poco a su más apreciado consejero, el gran Benaiah Ben Yehoyad, el famoso sabio que se decía capaz de resolver casi cualquier problema. –Benaiah, quiero pedirte algo muy importante. He oído que en algún lugar de mi Reino hay un anillo que tiene un extraño poder–dijo el Rey. –¿Y cuál es ese poder tan especial?–contestó el sabio. –Es un anillo que alegra al hombre triste y entristece al hombre feliz. Quisiera tenerlo para la fiesta del Sukkot. Te ruego que hagas lo imposible por conseguirlo. Y te doy siete días de plazo–dijo el monarca. Ben Yehohad se puso manos a la obra