Nadie desea enamorarse para que después la persona amada se vaya con otra o para que deje de retribuir ese amor. Nadie se casa esperando que el matrimonio dure un tiempo solamente para luego separarse. Pero estas situaciones ocurren a menudo en la vida. Por motivos que podemos justificar o no, la otra persona puede dejar de querernos.
Si se han compartido muchos momentos de felicidad, la pérdida de la persona amada es devastadora.
Muchas personas intentan a cualquier precio recuperar a la persona amada. Esto puede conducir a humillaciones y a menoscabo de sà mismo. Este tipo de comportamiento no sólo consigue recuperar a la persona, sino que muy por el contrario, la aleja más toda