Desde el viento en la montaña hasta la espuma del mar mojo mis pies y vuelvo a volar.
No pregunto en la mañana hacia dónde debo ir, ya lo sabré, el tiempo dirá.
Si el destino me quiere en el sur viajaré temprano con la luz.
Cielo todo el dÃa y a la noche barro.
Si la lluvia moja mi alma el aire la va a secar.
Si no hay un dios algo bueno habrá.
Y el rocÃo y cierta calma y el último sol de abril me embestirán, tendré que partir.