No necesito de armas o una corbata para hacerme escuchar. Dadme una pluma y una guitarra y en parte tu mundo puedo cambiar. Es probable que nos tilden de viejos idealistas, y en parte lo somos, solo que hoy usamos el verde y extendemos un lienzo que a muchos les parecera inalcansable, más no a nosotros... somos los que pensamos sobre las falacias y las adornamos con melifluas letras.