DecÃa José Antonio Primo de Rivera que "la vida no merece la pena si no es para quemarla al servicio de una empresa grande", y que "pase lo que pase, no se puede desertar ni por impaciencia, ni por desaliento, ni por cobardÃa"."El ser derechista, como el ser izquierdista, supone siempre expulsar del alma la mitad de lo que hay que sentir"