Caprichoso y egoísta en ocasiones, mesuradamente sexy, distraídamente viajero entre mis sueños y realidades, guerrero por convicción, víctima del conflicto interno entre el Ello y el Supéryo, nunca de mis circunstancias ni de mis contemporáneos. Siempre leal a mis ideas, fiel a mi mismo.
¿Mentiroso? Sólo como mecanismo de defensa, el mundo siempre verá de mí lo que quiera ver, y pensara lo que quiera creer. En ocasiones soy insospechadamente reprimido y prejuicioso. Dura, fría e indiferente es la mascara más usada que tengo.
No ando en busca de una sola etiqueta. Varios colores y sabores me han definido durante mi estancia en la Tierra. Soy un contemplador de mundos fértiles