"Saint Fond estaba casi enajenado de pasión; agarró el pene amputado, tieso aún, que estaba en el piso, y se lo metió violentamente por la vagina a Julia, masturbándola enloquecidamente. Furiosa, la pobre muchacha trató de sacarle los ojos al ministro, pero una vez más Delcour hizo ostentación de su talento profesional: con un solo golpe de su hoja sarracena se llevó las nalgas de la desdichada muchacha. Entonces el ministro perdió totalmente el control. Con los ojos desorbitados de frenesà y los labios cubiertos de espuma, tomó los dos pedazos de carne y metió su pene entre ambos, empalando asà un culo sin cuerpo..."
Fragmento de la empresa sexual del Ministro de Estado Sa