Si sus sentimientos son aún los mismos que en el pasado abril ,
dÃgamelo de una vez.
Mi cariño y mis deseos no han cambiado, pero con una sola palabra suya no volveré a insistir más!!!
Elizabeth, sintiéndose más torpe y más angustiada que nunca ante la situación de Darcy, hizo un esfuerzo para hablar en seguida, aunque no rápidamente, le dio a entender que sus sentimientos habÃan experimentado un cambio tan absoluto desde la época a la que él se referÃa, que ahora recibÃa con placer y gratitud sus proposiciones. La dicha que esta contestación proporcionó a Darcy fue la mayor de su existencia, y se expresó con todo el calor y la ternura que pueden suponerse en un hombre l