En consecuencia, se ha producido una modificación durante estas últimas semanas. Pero ¿dónde?. Es un cambio abstracto que no se sustenta en nada.
¿Soy yo quien ha cambiado?. Si no soy yo, entonces es esta habitación, esta ciudad, esta naturaleza; hay que elegir.
Creo que he sido yo el que ha cambiado; es la solución más sencilla. También la más desagradable. Debo reconocer que estoy sujeto a estas súbitas transformaciones.
Lo que sucede es que casi no pienso, entonces, sin darme cuenta, se acumula en mà una multitud de pequeñas metamorfosis, y un buen dÃa se produce una auténtica revolución.
Es lo que ha otorgado a mi existencia este aspecto desconcertante, incoherente . .