(...) Tenemos que probar, tentar, explorar, arriesgarnos. ¿Cuáles son mis limites? ¿qué quiero? ¿Qué hago y como se supone que he de hacerlo?. únicamente aventurándose en lo desconocido vienen las respuestas. Por tanto, necesitamos espacio para arriesgarnos y fracasar, para ser responsables de nuestras decisiones y consecuencias. Sólo con esa libertad personal podemos aprender a confiar en nosotros mismos, a hacernos responsables de nuestras vidas.