CambiarÃa el doble de lo que sé por la mitad de lo que desconozco
Al oeste en Philadelphia crecia y vivia
sin hacer mucho caso a la policia.
Jugaba al basket sin cansarme demasiado
porque por las noches me sacaba el graduado.
Cierto dia, jugando al basket con amigos
unos tipos de mi barrio me metieron en un lio
y mi madre repetia una y otra vez:
¡Con tu tio y con tu tÃa irás a Bel-Air!