´ Y ¿por qué he de ceder al pecado a causa de mi carne? SÃ, ¿y por qué sucumbiré a las tentaciones, de modo que el maligno tenga lugar en mi corazón para destruir mi paz y contristar mi alma? ¿Por qué me enojo a causa de mi enemigo? ´ 2 Nefi.¨