Yo fui un chico solitario, apartado de los juegos y de las travesuras que alegran la vida de los niños.
Encerrado en mi cuarto, como detrás de una ventana, por las tardes veÃa pasar la vida. Y ya desde entonces mi salvación provino del arte y literatura.
Tal vez no eh sido ni seré el más apto y capaz en los estudios, pero de algo si estoy muy seguro, que la imaginación que brota del manantial más profundo y profuso de mà ser, traspasa lÃmites, esto y mucho más se los debo enteramente a los libros.
Aun tengo el imborrable recuerdo de mis primeras lecturas, los cuales fueron Daniel Defoe, Robinson Crusoe, Julio Verne la vuelta al mundo en ochenta dÃas aquellos que me iniciaron